El Impacto de TEA-21 en Programas de Seguridad de Carreteras

La Ley de Equidad de Transportación para el Siglo 21, o TEA-21, autoriza $218 mil millones con aproximadamente $177 mil millones para carreteras. Un aspecto importante de esta Ley es que incorpora un nivel garantizado de fondos federales -$198 mil millones- para la transportación terrestre hasta el Año Fiscal (FY) 2003.

Uno de los impactos más positivos de esta legislación en términos de la transportación terrestre en carreteras es que ha proporcionado varias iniciativas nuevas para crear una red de carreteras más segura y funcional, al igual que vehículos más seguros que operen en el sistema.

El Departamento de Transportación así como la AASHTO han fijado metas altas para la seguridad en su Plan Estratégico que incluyen una reducción de 20 por ciento en accidentes en las carreteras, lesiones, y muertes, durante los próximos 10 años. En principio, la Administración Federal de Carreteras (FHWA) vislumbra que la nueva legislación será un componente integral asistiendo a las Agencias Estatales de Carreteras (SHA) a lograr esta meta.

Una apreciación global en las iniciativas de seguridad y programas incluidos en esta legislación que será de beneficio para el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) de Puerto Rico y su Autoridad de Carreteras y Transportación en esta legislación se presentan a continuación.

Los programas de Mantenimiento de Autopistas, el Sistema Nacional de Carreteras, y el Programa de Transportación Terrestre (STP) proveerán aproximadamente $120 mil millones en fondos el cual impactará la seguridad de carreteras a través de las mejoras geométricas, equipo de seguridad, condición del pavimento, señales, y marcado de pavimento.

Específicamente permitirá a las agencias estatales de carreteras a usar hasta un 15 por ciento de los fondos del STP asignados a áreas rurales para colectoras menores que no eran previamente elegible para mejoras a la seguridad.

Estos fondos también aplican a las carreteras interestatales, peatones, bicicletas, y otras facilidades de transportación que no sean públicas. Las agencias estatales de carreteras necesitarán mantener una base de datos actualizada de esos riesgos y considerarlos en el contexto de todos los proyectos de alto riesgo dentro de su red.

Las técnicas para reducir la velocidad conocida como “traffic calming” se incorporó específica- mente como elegible si este resolviera un riesgo de seguridad en su lista de prioridad en la red de carreteras.

La Sección 402 del Programa de Seguridad en Carreteras fue re-autorizado. Había también un aumento en la Sección 410 del programa de manejar bajo los efectos del alcohol, así como la creación de programas de incentivos para sistemas de protección al ocupante y el mejoramiento de base de datos de carreteras.

Al Programa de Asistencia de Seguridad en la Carretera también fue autorizado a utilizar ($579 millones) y los fondos están disponibles para mejorar los sistemas de información relacionados.

Los fondos para el programa de investigación del Sistema de Transportación Nacional Inteligente para la integración de tecnología de bolsa de aire y otros sistemas de seguridad dentro de los vehículos, así como una provisión para adelantar la aplicación de bolsas de aire inteligentes también fueron incorporadas en la Ley.

La transferencia de fondos federales de construcción al Programa de Seguridad de Carreteras o al Programa de Eliminación de Riesgo también fue incluida en la Ley. Esta provisión va dirigida a ofensores reincidentes y se vislumbra que sea más rígida con los conductores en estado de embriaguez.

Hay dos nuevos programas de concesión que podrían lograr el efecto deseado de mejorar el programa de coordinación sobre la seguridad a nivel estatal, como fue propuesto por la Administración. TEA-21 tiene un programa de incentivo que otorga $500 millones a los estados que pasen y hagan cumplir la ley donde un conductor manejando con una Concentración de Alcohol en la Sangre (BAC por sus siglas en inglés) de 0.08 se considera manejar intoxicado.

Hay otros $500 millones para los estados que están por encima del promedio en la utilización de cinturón de seguridad o estén mejorando el número de uso del cinturón de seguridad sobre los niveles históricos. La coordinación es la clave para estos programas, porque los fondos pueden ir a las actividades de la Sección 402 o a proyectos de construcción con ayuda federal.

La FHWA y la Administración Nacional para la Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) administrarán los programas en conjunto; la implantación de las regulaciones requerirán que el DOT estatal y los gerentes del programa de Gobernadores en la Seguridad de Carreteras coordinen cómo se emplearán los fondos.

La revisión de los requisitos de planificación de la Organización Metropolitana de Planificación (MPO) es quizás el elemento más importante de TEA-21 para adelantar en el proceso de la seguridad en carreteras. Aunque se redujeron a siete los factores a ser considerados en el proceso de planificación, por primera vez la seguridad será incorporada en el proceso.

La FHWA y las agencias estatales de carreteras trabajarán con los MPO revisando las regulaciones de planificación dando énfasis en identificar las mejores prácticas y en el desarrollo de nuevas herramientas que considerarán la seguridad como un factor importante.

La FHWA también ha estado trabajando con el proceso de auditar la seguridad en las carreteras como un método para enfocar en la seguridad durante todas las fases del desarrollo y la construcción de carreteras.

En términos de la investigación, el desarrollo, y actividades de transferencia de tecnología, la ley ha proporcionado la autoridad contractual que mejorará la entrega de medidas de seguridad efectivas. Un fondo especial para el despliegue de tecnología, el entrenamiento y educación, y aumentos en los programas de los Centros Universitarios de Transportación proveen incentivos para lograr estas metas.