Luis A. Ferré (1904-2003)
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Mario R. Cancel, historiador | home
Luis A. Ferré (1972)
Carta de Luis A. Ferré, Gobernador, a Ángel Viera Martínez, Presidente de la Cámara de Representantes, 9 de marzo de 1972.
El Patrimonio Para el Progreso
En mi mensaje a la Asamblea Legislativa el 14 de enero de 1972, hablé de la necesidad de un cambio revolucionario en nuestra estructura socioeconómica, que estimulase la mejor distribución de las riquezas y, específicamente, que le permitiera al trabajador adquirir participación en el capital productivo de Puerto Rico, y una fuente básica adicional de ingresos.
Nuestro sistema democrático está comprometido a dar a cada ciudadano igualdad de oportunidades para labrar su felicidad y para lograr mejores medios de vida. Bajo el estímulo del sistema capitalista que ha imperado en Puerto Rico, al amparo de las instituciones democráticas de Estados Unidos, nuestro progreso material ha sido extraordinario y el goce de la libertad individual ha estado plenamente garantizado. No hay duda alguna que el estímulo para hacer un beneficio que dimana del principio de la Ubre empresa, así como del derecho a la propiedad privada, son los instrumentos más efectivos que el hombre ha inventado para producir riqueza. Pero también es cierto que la inadecuada distribución de esta riqueza ha creado serias injusticias sociales que han permitido excesiva concentración en algunos y pobreza extrema en otros. Estas inequidades, que nuestro espíritu de justicia rechaza, claman por una corrección, y han creado justificadas demandas por una reforma fundamental que las elimine.
La solución comunista propone colocar todo el capital en manos del estado. Pero, al así hacerlo, los estados socialistas han encontrado que han destruido los incentivos que motivan al hombre a producir riqueza, a la par que han destruido la libertad individual El resultado ha sido que bajo un sistema que exige la regimentación tiránica del individuo sólo se ha logrado distribuir equitativamente la escasez.
El capitalismo a pesar de sus limitaciones, continúa siendo el sistema más efectivo inventado por el hombre para estimular la producción de la riqueza, y la democracia continúa siendo el único sistema político de gobierno que garantiza la libertad individual.
Es necesario, pues, buscar una solución que modifique el capitalismo democrático de tal manera que se corrijan estas injusticias sociales, mientras se mantienen sus ventajas. Hay que cambiar las metas del capitalismo utilitario para hacerlo socialmente más justo sin destruir su capacidad para la producción de la riqueza. Procede buscar los medios para hacer de cada ciudadano un capitalista, de manera que pueda 'compartir los beneficios de la riqueza creada, pero dentro de un régimen de libertad.
El Patrimonio Para el Progreso es un paso en esa dirección. Su objetivo es lograr una mejor distribución de la riqueza para evitar la concentración excesiva del capital y eliminar la pobreza. No es un programa de asistencia social. Es un cambio revolucionario en nuestra estructura sociopolítica para eliminar las presentes injusticias sociales. Nuestro presente sistema depende exclusivamente de salarios, educación y ayudas de bienestar para encararse a estas desigualdades. Estos medios han resultado insuficientes para eliminarlas. Necesitamos un cambio básico en el sistema que reoriente los objetivos económicos de nuestra sociedad. El capitalismo utilitario debe fijarse nuevas metas, sin renunciar a sus principios de libertad de empresa y derecho a la propiedad privada. Su meta no puede ser la producción de riqueza por la riqueza misma. Tal objetivo hace del capitalismo algo estéril y frustrante desde el punto de vista humano. El capitalismo debe ser un medio y no un fin. Su meta dentro de un régimen de libertad debe ser la producción eficiente de la riqueza para satisfacer las necesidades materiales del ser humano, distribuidas con un profundo sentido de justicia social para lograr la plenitud espiritual de su vida.
Como un primer paso hacia estas metas, en el día de hoy estoy sometiendo a la consideración de la Asamblea Legislativa el proyecto de ley que crearía el Patrimonio Para el Progreso de Puerto Rico, al cual hice referencia en mi último mensaje. El Patrimonio Para el Progreso de Puerto Rico será un fondo diversificado de inversiones, cuyo propósito primordial será propulsar y facilitar la adquisición de capital productivo por parte de los residentes de Puerto Rico, ofreciéndoles la oportunidad de obtener una fuente básica adicional de ingresos. El Patrimonio, además, proveerá un fuerte estímulo para la economía de Puerto Rico a través de inversiones en los sectores industrial comercial y agrícola, propiciando en esa forma la creación de nuevas fuentes de empleo para los puertorriqueños.
El proyecto de ley sometido establece el Plan de Co-Inversión con el Estado, bajo el cual los trabajadores que devenguen una compensación entre los $800 y los $7,800 anuales -sujeto a la preferencia que se establece para las personas con los ingresos más limitados- tendrán la oportunidad de comprar cada año $50 en acciones preferidas del Patrimonio. Ésta inversión será pareada por el Estado Libre Asociado con una inversión de $50 en acciones comunes. Así, cada trabajador participante adquirirá anualmente una inversión de $100 en acciones del Patrimonio.
Ahora bien, como mi Administración considera que el trabajador con recursos más limitados no debe sacrificar sus ingresos ni sus ahorros para hacer esta inversión, el proyecto de ley contiene también disposiciones que ayudan al trabajador a financiar la adquisición de sus acciones bajo el Plan de Co-Inversión, con el Estado, sin menoscabar su salario, sin sacrificar sus ahorros, y sin comprometer sus recursos personales en ninguna forma.
En adición a lo anterior, el proyecto también provee para el Plan de Inversiones Suplementarias, bajo el cual todas las personas con ingresos hasta un máximo de $18,000 anuales, tendrán también la oportunidad de invertir en el Patrimonio.
Quiero subrayar que el Patrimonio Para el Progreso de Puerto Rico es un concepto dinámico. Lo que estoy enviando a la Legislatura es solamente el comienzo de un gran esfuerzo y de un comprensivo programa que nos proponemos ampliar, a la luz de la experiencia obtenida, y a medida que aumenten los recursos disponibles, de manera que pueda acelerarse sustancialmente el proceso de adquisición de capital productivo por los trabajadores, se amplíe el número de trabajadores participantes en el Patrimonio Para el Progreso, y se aumente el monto de la inversión de cada uno de ellos, hasta lograr, a la brevedad posible, que cada trabajador participante adquiera una inversión de por lo menos $200 cada año.
La radicación de este proyecto de ley se ha demorado algún tiempo, ya que hemos querido incorporar las diversas sugerencias presentadas en torno al mismo por los líderes obreros, los empresarios, y otros sectores de nuestra población y de nuestra economía. Durante las últimas semanas, varios miembros de mi Gabinete han estado llevando a cabo reuniones para auscultar estos sectores de opinión, y las sugerencias aportadas han sido incorporadas en el proyecto de ley.
Para mí ha sido motivo de gran satisfacción el decidido respaldo que esta idea ha recibido de todos los sectores de opinión en Puerto Rico. Además, la Prensa, tanto en Puerto Rico como en el extranjero, ha señalado al concepto del Patrimonio Para el Progreso de Puerto Rico, como un ejemplo que deben considerar con detenimiento las sociedades democráticas que, como la nuestra, sinceramente interesen un mejor orden económico que ofrezca igualdad de oportunidades para el mejoramiento de todos sus ciudadanos.
En vista de la gran importancia de esta medida, recabo de ambas Cámaras Legislativas la más pronta y favorable consideración de la misma".
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